Especies invasoras
Las mascotas al ser liberadas en lugares donde no pertenecen, compiten, depredan, y transforman el ambiente de las especies nativas y además les pueden transmitir enfermedades.
Las acciones directas que dañan y amenazan a las especies y sus ecosistemas son:
La conversión de ecosistemas en zonas agrícolas, potreros para ganado, presas, zonas urbanas y carreteras. La explotación excesiva de especies, incluyendo su tráfico ilegal. La introducción de especies de otros países que se vuelven invasoras. La contaminación del suelo, agua y aire.
Los principales impactos directos son la transformación del ecosistema para dedicarlo a agricultura o ganadería. El cambio climático originado por los gases de invernadero ocasionará condiciones más cálidas y secas afectando a los ecosistemas húmedos.
Los potreros para la cría de vacas y otros animales que consumimos han reemplazado a las selvas en muchos lugares.
Las carreteras fragmentan las selvas y algunas especies como los monos araña y los saraguatos, quedan aisladas.
Las principales amenazas son su destrucción y deterioro por la tala clandestina, incendios, desmontes para agricultura, ganadería, desarrollo urbano y caminos. Su lenta regeneración, la reducción de su distribución y su continua perturbación han ocasionado que sean considerados frágiles, en vías de desaparición y por lo tanto con prioridad de conservación.
Los glaciares de los volcanes se han derretido debido al calentamiento de la Tierra. Estamos perdiendo fuentes de recarga de mantos acuíferos y de abastecimiento del agua que usamos diariamente.
La gran mayoría de los incendios son provocados por nosotros, ya sea por descuidos o intencionalmente. Al quemar los pastizales para promover el crecimiento de los pastos, los incendios escapan y afectan otros ecosistemas.
Los pastizales son uno de los ambientes más amenazados de América del Norte. Los pastizales han sido reemplazados por zonas agrícolas y ganaderas. El sobrepastoreo de vacas, borregos y cabras produce pérdida de especies vegetales, animales y de suelo.
El crecimiento desordenado de las ciudades se extiende primero por las zonas planas en donde se ubican los pastizales, desapareciéndolos por completo.
Los primeros ecosistemas en ser reemplazados por los campos de cultivo son los pastizales por estar localizados en terrenos planos. A veces se introducen especies exóticas de pastos para alimentar al ganado.
El sobrepastoreo por vacas, borregos y cabras ha ocasionado grandes cambios en la composición de los matorrales. Las especies preferidas por los herbívoros desaparecen mientras que las no apetecibles, aumentan.
La extracción ilegal de especies de cactos en México ha contribuido a que varias especies estén en peligro de extinción.
Grandes cantidades de basura son tiradas en los matorrales, produciendo distintas formas de contaminación.
La falta de cuidado y de una visión panorámica han sido de las principales causas en las últimas décadas de la degradación de nuestras costas. Los hoteles han ido eliminando importantes zonas costeras y afectando manglares, corales y pastos marinos.
Toneladas de desechos sólidos y líquidos son vertidos al mar por industrias, zonas turísticas, ciudades y poblados costeros.
Las principales amenazas son las zonas hoteleras así como la transformación y contaminación por agricultura, ganadería, desechos caseros y por derrames de petróleo.
El deterioro de manglares, arrecifes y praderas de pastos marinos trae como consecuencia la disminución de muchos de los animales que nos comemos diario.
El aumento de la temperatura del agua del mar por el cambio climático mata a las algas y a los pólipos de coral.
Las mascotas al ser liberadas en lugares donde no pertenecen, compiten, depredan, y transforman el ambiente de las especies nativas y además les pueden transmitir enfermedades.